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Acedera: descubre su cultivo y cómo utilizarla

Se conoce como acedera, aunque su nombre científico es Rumex acetosa. Una planta comestible parecida en aspecto a algunas variedades de lechuga, pero poco conocida en el ámbito gastronómico. Y eso que ofrece un sabor ácido muy parecido al de algunos cítricos, que encaja perfectamente en todo tipo de ensaladas y platos.

Su forma de cultivo está relacionada con otras especies de hojas, como la espinaca o lechuga, así que los cuidados son muy parecidos. Importante es que también os vamos a enseñar algunos platos conocidos que tiene acedera entre sus ingredientes, para poder utilizarla convenientemente tras su recolección.

¿Te animas a arrancarte con su cultivo? Se obtiene a partir de semillas, su germinación es muy fácil y es de crecimiento rápido.

Características de la planta acedera

La acedera es considerada como una planta perenne que destaca en muchos países por el sabor ácido de sus hojas, muy diferente a lo que podemos esperar de una lechuga.

Sus hojas son totalmente comestibles, y se usa en pequeñas cantidades para aportar el sabor ácido que hemos comentado. Podrás encontrar varias variedades, como la acedera roja, con los nervios coloreados que además realzan visualmente el plato final.

Igualmente, hay estudios que atribuyen algunos beneficios naturales, específicamente por la presencia de algunos fitocompuestos vegetales interesantes, que más tarde mencionaremos cuáles son y en qué pueden beneficiarnos.

Su origen es Europeo, donde todavía continua creciendo incluso de forma espontánea (especialmente en zonas húmedas, sombrías y suelos ácidos).

Cultivo y cuidados

Si decides innovar con el cultivo de la acedera, en lugar de plantar una lechuga, podrás optar por su germinación mediante semillas. Debido a su crecimiento rápido, solo tienes que seguir estos pequeños consejos para poder disfrutar de sus hojas en unos pocos meses, especialmente en verano.

Climatología

La temperatura óptima de pleno desarrollo de la acedera es media, con un rango entre los 15 ºC y los 20 ºC. Sin embargo, soporta muy bien las bajas temperaturas e incluso alguna helada a destiempo que no dure mucho tiempo, ya que sus hojas, la parte comestible, se resentirán en exceso.

Le viene bien la humedad, ya que acostumbra a crecer en zonas cercanas a ríos, zonas sombrías y con suelos arcillosos que aguantan muy bien la humedad. Este requisito es interesante tenerlo en cuenta de cara a planificar los futuros riegos, cuando la planta vaya desarrollando nuevas hojas.

Suelo

No requiere suelos especiales, aunque prefiere aquellos que aguantan muy bien la humedad (específicamente los arcillosos) y de pH ácido. Esto es debido a que suele ser sensible a la carencia de micronutrientes, como el hierro, y este metal suele estar en estado insoluble (no absorbible por las plantas) en suelos alcalinos.

De hecho, la acedera suele crecer de forma natural en suelos ácidos que albergan bastante hierro y conservan buena humedad, gracias a la alta pluviometría de la zona.

Riego y abonado

En cuanto al agua de riego, es importante como ya hemos comentado mantener un nivel óptimo de humedad y no dejar que se seque el sustrato. En caso contrario, la hoja se volverá más crujiente y endurecida, perdiendo la calidad organoléptica que debería tener.

La sequía envejece rápidamente la hoja, perdiendo su verdor natural.

Esto supone establecer el siguiente criterio de riegos.

  • En épocas frías: 1 a 2 riegos de poco caudal en invierno, reduciendo la cantidad en caso de lluvia.
  • En épocas de calor: 3 a 4 riegos de poco caudal en verano, comprobando la humedad del sustrato justo antes del siguiente riego, para afinar con la dosis y frecuencia de riego.

En cuanto al abonado, no es muy común establecer un plan de fertilización para la acedera, aunque aplicaremos en la etapa inicial de desarrollo fertilizantes ricos en nitrógeno y potasio, y con algo de micronutrientes.

Sin embargo, buscamos que el aporte de nitrógeno sea de liberación lenta, para evitar que la planta produzca hojas muy alargadas y se desarrolle en exceso. Queremos algo equilibrado.

Fertilizante recomendado: abono especial para plantas verdes NPK 12-8-16 con DMPP.

La dosis es de 5 a 10 gramos por planta, pudiéndose aportar antes de la plantación, donde lentamente irá solubilizándose y enriqueceremos el sustrato para permitir un buen desarrollo radicular.

Ten en cuenta que el fósforo que tiene este fertilizante mejorará la producción de raíces, que suelen ser alargadas y muy finas.

Germinación

La acedera también se puede cultivar en macetas

La forma más práctica de obtener nuevas plantas es mediante semillas, que podremos obtenerlas fácilmente en tiendas online especializadas.

El proceso de germinación de Rumex acetosa. es corto, entre 10 y 15 días, e idéntico al de la lechuga o espinaca.

Podremos, si aún hace frío, realizarlo en un germinador con tapa, donde colocaremos sustrato de fibra de coco o perlita, por tener una buena capacidad de retención de humedad y favorecer el drenaje del agua sobrante.

Recomendación: enterraremos las semillas a no más de 1 cm de profundidad. Regaremos con una regadera o con cualquier objeto que reduzca el tamaño de gota, para evitar desplazar la semilla al fondo e impedir su germinación. 

La fecha de germinación es en primavera, pudiéndonos adelantar unas semanas antes si lo hacemos en un germinador en el interior de casa.

Podemos comprar semillas de acedera o plántulas en viveros, aunque por la facilidad de las semillas y su rapidez de crecimiento, se recomienda este paso primero.

Propiedades medicinales

Se ha analizado en cromatógrafo la presencia de algunos compuestos que, en cantidades como las que ofrece la acedera, pueden resultar beneficiosos para la salud.

Vamos a mencionar algunos de ellos, donde nos interesan especialmente las catequinas y los derivados antracénicos.

Principios

  • Sales de hierro (1,5%)
  • Taninos catéquicos (5%).
  • Derivados antracénicos: emodina y crisofanol.
  • Bioxalato de potasa, vitamina C, quercitina y vitexina.

Rumex acetosa nos ofrece una cantidad muy alta de vitamina C, de fácil absorción, y una buena concentración de hierro, por lo que es interesante poder introducirla en nuestra gastronomía si sufrimos anemia o queremos reforzar nuestras defensas.

Sin embargo, la acedera tiene el handicap de que posee una cantidad alta de oxalatos (compuestos insolubles) por lo que su consumo favorece la formación de cálculos renales.

Propiedades medicinales asignadas a la acedera.

  1. Diurético y refrescante
  2. Antianémico y eritropoyético (por la concentración de hierro)
  3. Astringente en uso tópico (por la presencia de taninos)
  4. Laxante (por los derivados antracénicos)

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Recetas con acedera

Hojas de acedera hervidas y crema de acedera.

Una parte importante de este artículo es lograr promocionar el consumo de acedera mostrando diferentes recetas para los que estamos faltos de imaginación sobre su uso en la cocina.

  • Su consumo puede ser en fresco, como la lechuga, en cantidades pequeñas, para aporte del sabor cítrico, como también se hace con la rúcula.
  • Pueden consumirse cocidas (y así se eliminan los taninos), como en el caso de acelgas y espinacas.
  • Se emplea en sopas como aderezo y como potenciador del sabor.
  • Es recomendable desechar las hojas envejecidas, ya que tiene un sabor distinto (y más pronunciad) a las jóvenes, debido a una mayor presencia de terpenos amargos.

Te invitamos a que la cultives en casa e introduzcas unas pequeñas hojas en tu ensalada. ¡Te encantará!

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